De 5 días, en 2 llegué tarde al laburo...
Y no porque me haya quedado dormido bajo la bendición de esos “cinco minutitos más”. Nuevamente llegué tarde a la oficina porque el tren se quedó parado casi veinte minutos entre una estación y otra. Nada nuevo, algo tan cotidiano que uno lo termina naturalizando.

E hice nuevamente el siguiente cálculo en el que no creo estar errado:
tantos camiones en las rutas significa que hay una decisión real y concreta a que estos esten ahí. Claro, lo que quiero decir es que a tantos camiones en las rutas, son menos los ferrocarriles sobre las vías. Es evidente que hay un solo beneficiado en esto. Uno que replica entre otros, pero que siguen siendo unos pocos.
Estoy más que seguro porque está “empiricamente comprobado” que si los trenes de larga distancia estuviesen funcionando de un modo correcto a lo largo y ancho del país, muchos de los accidentes que pasan en nuestras rutas no serían.
¿Por qué lamentar muertes cuando se podrían haber evitado?

Lamentablemente, opté que “esos cinco minutitos más” devengan en levantarse media hora antes
para poder llegar a horario a la oficina.
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